09 Oct
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El disco Reign in Blood de Slayer, lanzado el 7 de octubre de 1986 y producido por Rick Rubin, cumplió 38 años y sigue siendo un pilar del thrash metal por su innovador sonido.

Rubin, quien era nuevo en la producción de metal en ese momento, estableció una técnica de grabación precisa que buscaba resaltar la velocidad de la banda sin que el sonido se volviera “borroso” o sin claridad, algo que ocurría en otros discos de metal rápido.

Rubin usó un álbum de Metallica como ejemplo de lo que, a su parecer, dificultaba la audición de los ritmos acelerados y dio instrucciones al ingeniero Andy Wallace para evitar ese estilo en el sonido de Slayer, pidiendo que fuera “duro pero corto”.

Rubin, en lugar de aplicar la típica producción de rock a lo Led Zeppelin o Black Sabbath, adoptó una perspectiva de "fan" en la producción de Slayer, buscando claridad y definición en los instrumentos, especialmente en los bombos y en los ritmos rápidos.

Esto marcó una nueva forma de entender la producción de thrash, resaltando la precisión del grupo y estableciendo un estilo que influenció a bandas futuras.  

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