En un acto que ha generado indignación y conmoción en redes sociales, una vendedora de antojitos en Xalapa fue víctima de un ataque brutal.
Los hechos ocurrieron en el restaurante "Antojitos Rinconada", ubicado en la avenida Atenas de la colonia Revolución, cuando una clienta, molesta porque no se le entregó una cuenta separada, arrojó aceite hirviendo sobre la empleada.
De acuerdo con la denuncia difundida en redes sociales, el altercado inició cuando la trabajadora explicó que no era posible dividir la cuenta debido a la alta afluencia de clientes en ese momento.
Esto desató la furia de la agresora, quien, en un acto de violencia desmedida, tomó un cazo de aceite caliente y lo lanzó contra los brazos de la vendedora.
El ataque quedó registrado en un video que circula en internet, evidenciando la crueldad del acto. Las agresoras aprovecharon la confusión para escapar del lugar antes de que la policía pudiera llegar al sitio. Hasta el momento, no han sido localizadas.
La hija de la víctima, profundamente afectada por el incidente, utilizó su cuenta de Facebook para solicitar ayuda en la identificación de la agresora. En su publicación, narró el doloroso momento y expresó la necesidad de apoyo para cubrir los gastos hospitalarios, que ascienden a $9,000 pesos.
“Amigos, ayúdenme a compartir. Hoy una señora fue a comer a mi negocio y como no le pudimos hacer la cuenta por separado porque teníamos mucha gente, insultaron a mi mamá y le aventaron el aceite caliente de las empanadas. Tengo a mi mamá en el hospital, y queremos encontrar a las personas que la agredieron para que paguen. Ayúdenme a compartir”, escribió.
Este acto de violencia ha generado una ola de solidaridad y repudio en redes sociales, donde ciudadanos exigen justicia y castigo para la responsable. La situación también pone en evidencia la vulnerabilidad de las personas trabajadoras en el sector informal, quienes, además de lidiar con jornadas extenuantes, enfrentan el riesgo de agresiones físicas.
La comunidad sigue atenta al caso, esperando que las autoridades den con el paradero de la agresora y que se haga justicia para la víctima, quien enfrenta no solo las secuelas físicas de este ataque, sino también una carga económica que pone en jaque su sustento.