Carmelo Rodero, un apasionado viticultor de la Ribera del Duero, ha dedicado su vida a la elaboración de vinos excepcionales, cultivando una conexión profunda con la tierra que lo vio crecer. Desde joven, su amor por el vino y el campo lo llevó a plantar viñas en lugar de arrancarlas, estableciendo las bases de lo que sería su exitosa bodega. Con un enfoque en la calidad y el trabajo arduo, Carmelo ha logrado posicionar sus vinos en el mercado internacional, ganando reconocimiento y premios a lo largo de los años.
El éxito de Bodegas Rodero no solo radica en la calidad de sus productos, sino también en el fuerte espíritu familiar que lo impulsa. Sus hijas han tomado un papel activo en la bodega, aportando nuevas ideas y energía al negocio familiar. Carmelo se siente privilegiado de ver cómo su legado continúa a través de ellas, destacando la importancia del trabajo en equipo y la pasión compartida por el vino. A pesar de las estrictas regulaciones de la denominación de origen, él cree firmemente en la fusión de innovación y tradición para mejorar continuamente la calidad de sus vinos.
Con un enfoque en la sostenibilidad y la excelencia, Carmelo ha patentado un sistema de vinificación por gravedad que ha revolucionado su proceso productivo. Aunque se siente tentado por explorar nuevas variedades y regiones, su compromiso con la Ribera del Duero es inquebrantable. Además, está emocionado por el lanzamiento próximo de un nuevo vino llamado "Raza", que promete ser una adición excepcional a su ya prestigiosa colección. Para Carmelo, cada botella cuenta una historia, y su dedicación al arte del vino sigue siendo una fuente constante de aprendizaje y satisfacción.